Hoy es 14 de febrero. San Valentín.
Estas dos frases que preceden pueden generar dos tipos de reacciones tan diferentes y antagónicas entre sí como un mortífago y un auror : asco extremo y pavura desenfrenada.
Y mucha gente dirá: "bah, las que sienten asco extremo son unas solteronas amargadas que están deseando tener novio". ¡Ay amiga, que equivocada estás! Éstas sólo experimentan un sentimiento de búsqueda de chorvo aún más desesperada que la ya habitual del día a día (para alguna duda, consulten mi entrada sobre el estudio antropológico de las solteras). Agotadora, sin duda alguna. O se dedican a ir a fiestas de solteros. ¡Oh, que engañabobos son estas fiestas! La entrada a la discoteca es más cara y luego el ganado es el mismo, o incluso peor, pues hay que añadir desesperados, solterones, cortijeros con olivos en edad casadera y divorciados.
Típica imagen de dichas fiestas.
No, no son éstas. El prototipo de la típica que no le gusta San Valentín es el de una chica culta, moderna, que ha visto mundo y ha salido del estrecho mundo que es su pueblo, inteligente y segura de sí misma. ¿Se ha notado mucho que he querido definirme?
1. Necesitas ser culta para saber que San Valentín fue un mártil cristiano que se dedicaba a desobedecer al emperador Claudio II y casaba a parejas en secreto. El angelito que vemos en todas partes no es San Valentín, digáis lo que digáis, es Cupido, hijo de Afrodita. A la espalda llevaba dos clases de flechas: unas doradas con plumas de paloma que provocaban un amor instantáneo, y otras de plomo con plumas de búho que provocaban la indiferencia, así que no era tan bueno como pensáis. No son la misma persona, de hecho, a San Valentín lo ejecutaron por no creer en Cupido y Cia.
2. Moderna. Porque un toque moderno le viene bien a todo, no es por ningún motivo en especial. Y si no, que le digan a Alaska y Mario.
3. Persona con un mundo un poco más amplio que su pueblo porque conoces gente cuyo único motivo en la vida no es echarse novio y casarse. Aunque tu ya empieces la carrera llevando al novio de serie.
4. Inteligente para poder darte cuenta de que San Valentín lo importó El Corte Inglés, en aquel entonces Galerías Preciados, para poder hacer frente a la bajada de ventas que existía entre el final de las rebajas, cuando ya sólo podías adquirir trapos para limpiar el polvo o ropa XXL, y las semanas próximas a la Semana Santa, que es cuando todo el mundo sabe que crecen las ventas de ropa de nueva temporada, porque aunque llueva (como siempre pasa) el Domingo de Ramos tienes que estrenar, aunque estés muerto de frío y empapado.
No sólo hacemos alusión al Corte Inglés, este día es el día D de las floristerías, junto con el día de los Santos y las ofrendas de flores a Vírgenes.
Podéis decir también que es una "fiesta capitalista", pero de ahí a abrazar el bolchevismo y tener una foto de Lenin en tu mesita de noche (justo al lado de tu Supervibrator 3.000 Evolution anti perdidas de orina y con sistema Android) hay un peligroso y pequeño paso.
5. ¿Segura de sí misma? Sí, porque no necesita a nadie que le repita cada dos por tres lo maravillosa que es ni que le diga que la quiere un día al año por obligación. Sabe que ella es maravillosa y sabe que su novio la quiere. No se siente desdichada ni duda del amor del novio ( o muchacho que le habla) simplemente porque un día al año no hace todo lo que la mayoría hace. Su felicidad no depende de un ramo de flores, depende de ella misma.
Pero sobre todo, es una VETERANA. ¿Qué quiere decir ésto? Que conoció al novio en la celebración de su comunión y desde entonces aparece en su Facebook "en una relación con...." Sí, ésas que son la envidia de las solteras empedernidas, aunque no lo reconozcan y las tachen de antiguas. Somos esas snobs de las relaciones, que pensamos que no importa cuánto se digan "te quiero"(que una cosa es decirlo y otra sentirlo), sino cuánto tiempo lleven. La antigüedad es lo que te da un status y, con ello, una respeto en este mundo de las relaciones. Que miramos por encima del hombro a aquéllas que llevan la cuenta de los meses de relación en Facebook. "Nuevas comprometidas" pensamos y miramos con censura cualquier paso que den en la relación y que consideremos que "es ir demasiado rápido".
En este día Facebook se convierte en territorio vetado, tú misma te lo vetas. Sea la hora del día que sea, sólo se ven fotos de ramos de flores y "te quieros" por doquier. ¡Hasta aquella amiga soltera empedernida que se echó como novio el primero que se cruzó por su camino ha subido una foto de su ramo de rosas!
Y tenemos pensamientos de este tipo: "muchas flores, muchos peluches, pero a ver cómo celebran el San Valentín que viene" o, en el caso de ser otra pareja veterana: "¡pero si están peleándose todo el tiempo!". Mientras, nuestros novios piensan "¿con quién le habrá puesto los cuernos para semejante regalo?
Ante esta situación, lo mejor que puedes que hacer es acostarte y arroparte la cabeza.
No es que no nos guste que nos regalen flores. ¡Por supuesto que nos gusta! ¿Quién no ha soñado en sus solitarias noches con que su Manolito correspondiente le llega trepando por la escalera de incendios (o rejas en las ventanas, que es más típico de aquí) con un ramo de rosas al más puro estilo Pretty Woman? Mientras tú, tanto en sueños como en la realidad, tienes que salir corriendo a cambiarte de braguitas.
Pero no este día. Que lo haga el 13 de febrero, o el 15, pero no el 14. Si no, seré una más entre la multitud que presuma de su ramo de flores y eso no despertaría envidia. Y si viene acompañado de joyita (quién dice joyita, dice anillo) no habrá salvaslip que salve mis braguitas.
Así podemos tener como argumento ante las que intentan hundirnos en la miseria en San Valentín que nosotras somos más partidarias de "los pequeños detalles del día a día".
Si aún así sientes el pecado de la envidia por culpa de esos especímenes malvados, piensa que el amor no se demuestra un día al año, y mucho menos regalando cualquier flor que se secará al cabo de una semana (como muchos de estos amores fugaces de San Valentín). Echa la vista atrás y mira (durante todos estos años de relación) como tu novio ha estado siempre a tu lado cuando lo has necesitado, como te hace sonreír cuando lo necesitas, y como ríes a carcajadas con él, las veces que te ha dicho te quiero, y las que ha contestado a los tuyos con frikadas y frases que te ponen de los nervios, pero hacen que sonrías, todos los momentos que habéis vivido juntos y por todo lo que habéis pasado, como sabes lo que le pasa con tan solo mirarlo. Todo eso es el verdadero regalo.
Con eso os dejo.
¡Besitos!
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